Más de 300 días de sol al año y veinte kilómetros de costa con nada menos que 26 playas para todos los gustos. Uno de los festivales de cine más reconocidos de Europa. 48 fiestas al año animadas y coloridas. Todo esto ocurre en Sitges, la pequeña y discreta localidad emplazada a media hora de Barcelona. Un lugar que se ha ganado por derecho propio el título del pueblo más alegre de la costa catalana.

El primer chiringuito de España

Las estrategias de marketing son vitales para salir adelante, y con éxito, un negocio, y esto, que ahora nos parece una evidencia comercial, ya lo vio el señor Juan Calafell en 1943 cuando tomó las riendas de un kiosco de playa en el paseo de la Ribera de Sitges, y le puso, oficialmente, el nombre de «el Chiringuito».

Chiringuito de Sitges

Artículo de Beli Artigas, podéis consultar su blog Criticart

Las estrategias de marketing son vitales para salir adelante, y con éxito, un negocio, y esto, que ahora nos parece una evidencia comercial, ya lo vio el señor Juan Calafell en 1943 cuando tomó las riendas de un kiosco de playa en el paseo de la Ribera de Sitges, y le puso, oficialmente, el nombre de «el Chiringuito»

Calafell, junto con uno de sus clientes más asiduos, el periodista madrileño César González Ruano, idearon una historia y un lema para colocar el reciente ampliado «El Chiringuito» en la parte más alta del podio de los merenderos de playa:

«El Chiringuito de Sitges, desde 1913, el primer chiringuito de la historia. El origen del nombre, El Chiringuito, proviene de «Chiringa», que es como los americanos ( Indianos en el resto del mundo) que habían regresado a Sitges, se referían a la hora de pedir un café servido a la manera que se hacía en las Antillas «.

De este «lema», o de esta historia que se inventaron Calafell y González Ruano, sólo hay una verdad segura: que en Sitges tenemos un establecimiento junto al mar que se llama «El Chiringuito», y que éste, con los años y gracias a su «historia», se ha mantenido como el pensaron don Juan Calafell y el arquitecto José Antonio Coderch de Sentmenat.

¿ Fue en Sitges el primer lugar de España dónde se pronunció la palabra Chiringuito?

Sobre el término chiringuito , aunque los propietarios del local de Sitges guardan un certificado firmado por el filólogo Fernando Lázaro Carreter (1923-2004) donde, como miembro de la RAE, afirmaba que la primera vez que se utilizó públicamente la palabra Chiringuito fue en Sitges y por González Ruano, la revisión de las hemerotecas y de la historia más reciente demuestran que estos datos no son correctos y que ni fue el primer Chiringuito, ni la palabra proviene de un modo de servir el café.

En el diario El Liberal , publicado en Madrid el día 1 de febrero de 1895, José de la Loma firma un artículo » Viaje por España. Huelva «donde leemos:» La manguara de González Blas, y el chiringuito y las almejas recalentaas, son aperitivos excelentes «. Al mismo El Liberal , unos días más tarde, continúa la crónica » Viaje por Expaña. Tharsis-Sotiel «y al referirse a su visita a Isla Cristina dice:» Entre el chiringuito y la cañita de manzanilla … «

Las dos referencias de la Loma nos demuestran que la palabra chiringuito ya se utilizaba en España desde los últimos años del siglo XIX refiriéndose en este caso, a una bebida alcohólica que se elaboraba mediante la caña de azúcar, y que en México y en Cuba llamaban chinguirito , aguardiente la elaboración de la cual estaba prohibida a finales del siglo XVIII por su alto contenido en alcohol, pero que aún así, seguía llegando a España de contrabando por vía marítima. 

En el Diccionario Universal de Histoira y de Geografía , publicado en México en 1855, se describe cómo se realiza el chinguirito : «En cueros de res se echa agua y miel prieta: ponen aquellos en un cuarto abrigado, é introduce fuego en braseros , con que fermenta pronto y toma punto, lo que conocido, se pasa al alambique tal conjunto, de donde resulta que la primera saque queda a prueba de Holanda, y así en las mañana resacadas sale a prueba más alta, Hasta verificar la de refino «

En 1899 Felix Ramos y Duarte en su «Diccionario de curiosidades historicas: geografías, hierografías, cronoógicas, etc., de la República Mejicana», publicado en México, llama como chinguirito , la tienda de bebidas a por menor. 

¿ Fue el Chiringuito de Sitges el primer quiosco que utilizó este nombre?

Sobre el término chiringuito , aunque los propietarios del local de Sitges guardan un certificado firmado por el filólogo Fernando Lázaro Carreter (1923-2004) donde, como miembro de la RAE, afirmaba que la primera vez que se utilizó públicamente la palabra Chiringuito fue en Sitges y por González Ruano, la revisión de las hemerotecas y de la historia más reciente demuestran que estos datos no son correctos y que ni fue el primer Chiringuito, ni la palabra proviene de un modo de servir el café.

Y sobre si el de Sitges fue el primer kiosco bautizado como «El Chiringuito», pues decir que no. 

En el año 1892, en el proyecto de reurbanización del sector que ocupaba el monumento a Colón de Barcelona, diseñado por Gaietà Buigas, arquitecto con obras importantes en Sitges, ya se proponía la instalación de 4 kioscos «destinados a cafés, restaurantes, puestos de bebidas … «, tal como se indica en una noticia publicada en La Vanguardia el 24 de julio de 1892. 

Uno de estos fue el kiosco situado en el Portal o Muelle de la Paz al que pusieron el nombre oficial «El Chiringuito», establecimiento público que, por motivos diversos, se convirtió referente «social» de la Barcelona de finales del siglo XIX y de las primeras tres décadas del siglo XX. Abría casi las 24 horas del día con el objetivo de dar servicio a los viajeros y acompañantes que esperaban la llegada y / o salida de buques procedentes de diversos destinos. Estas naves que tenían su amarre en el muelle de la Paz, en muchos casos transportaban los viajeros que iban y venían entre España y las Américas, y que tenían como puertos principales los de Galicia o el de Isla Cristina, en Andalucía, localidad donde ya sabemos por las crónicas de José de la Loma que se servía chiringuito .

Pero en este local también frecuentaban todo tipo de personajes de la sociedad barcelonesa, desde la burguesía, a toreros como Larita, pintores como Isidre Nonell, o la bailaora Carmen Amaya, que actuaba con su padre. En el semanario El Pueblo Catalán del 26 de agosto de 1911, leemos el artículo «Divagaciones»:

«En el muelle hay un verdadero» merendero «llamado» El Chiringuito «. Estuvieron marineros, gente alegre, algún periodista, proxenetas … «

Las crónicas sobre hechos luctuosos ocurridos en el Chiringuito del puerto barcelonés eran recurrentes en la prensa del momento, hasta el punto de hacer de la palabra chiringuito un habitual en el vocabulario popular catalán. 

El Diluvio del 10 de julio de 1899 leemos: «Ha sido capturado un barquero conocido por el Negro, supuesto autor de la agresión de que días atrás fue objeto un individuo en Paseo de Colon, junto al kiosco de bebidas denominación» El Chiringuito « .

Es a partir de la primera década del siglo XX que la palabra chiringuitochiringuito o xiringuitu la encontramos constantemente referenciada en revistas satíricas como el Papitu donde se publican varias sátiras sobre el Glosario que Eugeni d’Ors publicaba en La veu de Catalunya en aquellos momentos . Unos de estos artículos irónicos fueron  La ben plantada i en Xiringuito, un poema publicado el día 1 de junio de 1913, y  En el Xiringuitu, canción publicada el 10 de febrero de 1915. 

En el mismo Papitu 1914 leemos: «El Chiringuito es nuestro Sardinero. Nunca como ahora, este nombre. Ninguna mujer de las que van, que no cuente con la correspondiente sardina. …. « 

También en L’Esquella de la Torratxa hacen referencia a este local. El 15 de septiembre de 1922 se publican dos dibuxos de Opisso, en uno de los cuales se representa Barcelona de noche y una de las escenas es el  Xiringuitu de Barcelona. 

Siguiendo el ejemplo del local barcelonés, el nombre fue puesto a otros establecimientos de «playa» como Lloret de Mar, donde Joan Alimany abrió El Chiringuito. A La Voz de Cataluña del 30 de agosto de 1927 se publica un pequeño anuncio donde leemos: «Si va a Lloret de Mar no deje de visitar el Chiringuito al Royal Bar de Joan Alimany»

La foto del lugar la encontramos en la revista Imágenes del 13 de agosto de 1930 donde se publica un reportaje sobre el futbolista Samitier y habla de sus veranos en Lloret, y las horas que pasa en el Chiriguito.

También tenemos constancia de otro en Llançà al que Josep Pla, hace referencia el se libro “Escrits Empordanesos”: «Roger puso un restaurante en Llançà. En esta población había un miserable restaurante que, imitando Barcelona, ​​llamaban Chiringuito

Y los Chiringuitos cruzaron al mar. A Destino del 31 de enero de 1947 se publica un reportaje sobre Guinea y explican que en la Isla de Fernando Poo hay un Chiringuito- Bar Mirador, en la Cuesta de las fiebres . 

El kiosquet de Sitges, el origen del actual chiringuito

Y llegando a El Chiringuito de Sitges actual, aunque se anuncie como que existe desde 1913, sabemos que este primer Kiosquet fue abierto durante el mes de junio de 1916. Estaba ubicado sobre el paseo de la Ribera, entre la calle Bonaire y Primero de Mayo, y se trataba de una concesión del Ayuntamiento de Sitges a Rafael Munté.

Rafael Munté Pino, nacido en Sitges hacia 1883, estaba casado desde el 17 de diciembre de 1910 con Rosa Raful (Ràfols) Forment. La pareja, que no tuvo hijos, vivía en la calle de San Sebastián número 20. A Munté lo conocían popularmente como en «el Melero». Frederic Montornés Pino (Ascò, 1907- Sitges, 1991), explicaba que en 1920, cuando él, siendo aún muy joven, dejó los padres y el pueblo para venir a Sitges, se estableció en casa de su primo Rafael, poniéndose a trabajar en el bar que éste tenía en el paseo, el futuro Chiringuito. Según Montornés, el apodo de Melero le venía como diminutivo de «Magdaleno», por su hermana Magdalena (Sitges, 1877 a 1928), casada en Sitges con Rafael Martín Hernandez (+1942). Magdalena moriría durante el mes de enero de 1928, a 50 años, víctima de un ataque al corazón. 

La otra hermana fue Paulina casada con Francisco García Nuño, Sargento Comandante del puesto de Carabineros de Vilanova i la Geltrú en 1906. La pareja tuvo dos hijos, Antonio y José García Munté, los que, años más tarde ampliarían sus apellidos para llamarse García-Munté NuñoPaulina también moriría muy joven, el 24 de julio de 1923 en Barcelona. 

Volviendo al kiosco del paseo de la Ribera, durante el mes de mayo de 1917 el Ayuntamiento concede permiso a Rosa Ràfols por «aixample del kiosko que tiene en la Ribera y cambio de tejado» (sic.). 

Pero el 3 de diciembre de 1921 el fuerte temporal que vivió Sitges provocó muchos destrozos en el pueblo, y el kiosco de los señores Munté fue uno de los damnificados, reconstruyéndolo poco después. Pero como las desgracias no vienen nunca solas, el 31 de julio de 1924, Rosa Raful (Ràfols) moría en Sitges a 43 años sin haber tenido hijos.

El futuro del kiosco, así como el de todos los demás que se construyeron en Sitges a partir de ese momento, se reguló en 1925 cuando el Ayuntamiento decidió que todos los kioscos que se construye deberían ser de madera .

En la sesión del 5 de mayo de 1925 el Ayuntamiento Sitges acordó:

«De Conformidad con lo informado por la C. de F. se Acuerda: 1º: Que en adelante no se concede permiso alguno para instalar kioscos en la playa, en el trozo comprendido desde La Punta hasta frente la Avenida Sofía. 2º: Que terminada la próxima temporada veraniega, se obligue a D. Rafael Munté Pino, dueño del kiosko establecido búsqueda el Pabellón de Mar, a dejar todo lo que ha añadido al primitivo kiosco. 3º: que los kioscos que en adelante se instalan, previo el debido permiso, debería ser de madera, presentando los planos junto a la solicitud para ser aprobados. 4º: Que se examine la forma con la que se concedió permiso para la instalación del referidas kiosco del señor Munté, a fin de proceder según convenga a los intereses comunales. 5º: Los permisos para la instalación de nuevos kioscos se concede por un plazo máximo de 4 años, 

Siguiendo esta normativa en 1932 se construyó el Casino Playa de Oro, junto a la Piscina María Teresa, edificio de madera que tenía su origen en el Pabellón de Checoslovaquia en la Exposición Internacional que tuvo lugar en Barcelona el 1929. 

Volviendo al kiosquet, 1927 la concesión de este la tenía Salvador Satorra Sala, el mismo que abriría el “Bar d’en Gaudenci”, reconocido con el nombre del «El Xatet» en la calle San Francisco. Pero durante el mes de abril de 1930 el Ayuntamiento resolvió positivamente la instancia interpuesta por Munté que pedía el retorno de la concesión del kiosco y una prórroga de diez años al precio de 180 pesetas anuales. 

Una vez recuperada la posesión, Rafael Munté la vendió a José Masip Prats, reconocido industrial casado con Salvadora Izabal Ferrer, (+ 1949).  

Aquel 1930, Rafael Munté pasa a ser administrador del Pabellón de Mar, y su sobrino, Antonio García Munté era presidente. El Pabellón era fruto de la ampliación del Balneario , casetas para baños, promovidas por Antoni Cartró en 1890 bajo la calle Bonaire. En 1903 Cartró pide permiso para construir un kiosco de madera, el cual se inaugura el 15 de agosto de 1903, a lo que siguió el restaurante en 1904. El pabellón de Mar sufrió un incendio el 28 de noviembre de 1934 quedando totalmente arrasado. 

Rafael Munté Pino murió de un ataque al corazón el 29 de diciembre de 1945 a 62 años, viudo desde hacía años de Rosa Ràfols y sin descendencia. 

El chiringuito del señor Calafell

La Guerra Civil española supuso un punto y seguido para muchos, y el «Kiosquet» del paseo no fue una excepción. Los diez años de concesión del señor Masip finalizaron coincidiendo con la finalización de la guerra, aunque, por lo que dice Miquel Utrillo VidalEl Eco de Sitges del 19 de julio de 1942, en aquellos años el Kiosquet ya se llamaba «El Chiringuito». En el artículo titulado «Un precursor de Sitges: D. Bartolo Carbonell Batlle» leemos esta afirmación: «Preferiría dormir siestas o tomar café en el Chiringuito». 

Pero en La Vanguardia del 15 de enero de 1944, Eugenio Montes, de la Real Academia Española , escribe un artículo, «Orilla en el mar de Sitges», donde dice: «Son las doce. Los cristales del Chinguirito están enjoyados de reflejos y brillos. Un marinero fuma su pipa (…) «. 

Así pues, de nuevo, no es González Ruano, el cual llegó a Sitges durante el mes de enero de 1943, el primero en hablar de chiringuito en Sitges. El escritor no se referirá a El Chiringuito por primera vez hasta el artículo de La Vanguardia del 17 de septiembre de 1946.

Fue a principios del mes de abril de 1943 cuando se le otorgó una concesión permanente a Juan Calafell Llovera. Por lo que se desprende de lo que se publica en  El Eco de Sitges el día 11 de abril, el señor Calafell ya regentaba el establecimiento desde hacía tiempo: «… y una nueva Concesión permanente en los Terrenos llamados Bar Chiringuito (…).

Así pues, con la concesión permanente, Juan Calafell decidió modernizar el negocio y encargó el proyecto de ampliación y reforma del Bar Chiringuito a José Antonio Coderch, recién estrenado arquitecto municipal de Sitges, el cual realizó el proyecto durante el mes de febrero de 1943, aunque las obras terminan en 1944.

Para el diseño del edificio Coderch siguió la normativa aprobada por el Ayuntamiento de Sitges el 5 de mayo de 1925 donde se obligaba a presentar proyecto ya que las construcciones fueran de madera. 

Coderch, amante de la simplicidad, conocedor de la arquitectura tradicional mediterránea, buscó la inspiración en dos edificios cercanos, tanto en cuanto a la estructura elegida, como la utilización de los colores blanco y azul para su decoración. Uno ya no existía, el Pabellón de Mar, como hemos dicho, quemado en 1934, aunque presente en muchísimas fotografías que el arquitecto podía consultar fácilmente. 

La caseta donde se guardaba la barca de salvamento marítimo, situado frente al Hotel Subur,  Coderch lo pudo ver y estudiar directamente. 

Durante las tormentas del mes de mayo de 1949 el Chiringuito sufrió graves consecuencias, aunque su propietario decidió reformarlo y seguir con el negocio. 

La caseta de la barca de salvamento también sufrió destrozos y finalmente fue derribada. 

Juan Calafell Llovera, conocido como el capitán Calafell, estaba casado con Francisca Valenzuela Arrieta, viuda de un señor de apellido Grado y madre de Josefa Grado Valenzuela. La pareja no tuvo hijos comunes, pero el señor Calafell hizo de padre de Pepita, la que se convirtió en su heredera y continuadora del negocio.

Josefa Grau, conocida como la Chiringuito, va «repetir» la historia de su madre. Primero se casó con Felipe Rubio Céspedes (Sitges, 1917?), Hijo de José y Gabriela, con el que tuvo dos hijos, Nuria y Juan Rubio Grado. Durante la Guerra Civil el señor Rubio murió, y Pepita rehizo su vida casándose de nuevo durante el mes de octubre de 1944 con Juan Mora Escofet, viudo como ella de Carmen García, y padre de Antonia y Carmen

A la muerte del señor Calafell en 1975, El Chiringuito siguió en manos de sus descendientes, principalmente de su nieto, Juan Rubio, casado con Asunción Gesé Socias, y posteriormente sus bisnietos, Antonio y Felipe Rubio Gesé

Estos, desconocedores que la «historia» ideada entre el señor Calafell y González Ruano no era la verdadera, la siguieron explicando tal como lo habían escuchado al abuelo. Una versión de la historia que seguro que los contemporáneos sabían que no era la real, pero como dice el dicho italiana, “se non è vero è ben trobato”

Entre los clientes contemporáneos de El Chiringuito encontramos nombres relevantes de la cultura, política, sociedad, etc. española y catalana. Al ya citado González Ruano, podemos añadir los pintores Alfred Sisquella, Pere Pruna o Miquel Serrano; los escritores Ignacio Agustí, Noel Clarassó Eugeni d’Ors, el cual, desde la terraza del café podía ver salir del agua, como Aurora Rododáctilos, a una de sus musas sitgetanas, Montserrat Mirabent, una historia que puede leer en este otro artículo. 

También fue la «sede social» de muchos de Sitges como Ramon Planas y su esposa Lola Vidal, Josep Mirabent i Magrans, Carolina Benaprès, Josep Maria Malagelada, etc. Y la generación más joven, como la hija de Mirabent, Montserrat, o la Merce Sella y sus primos, el dibujante Antonio y Mercedes Mingote Barrachina, Isabel Pruna, hija del pintor, y muchos otros. 

Hoy, 77 años más tarde, El Chiringuito sigue regentado por los herederos del señor Calafell. La nueva generación, encabezada por Antonio Rubio Gesé, y por Felipe y Alex, hijos de Felipe Rubio, muerto muy joven en 2003, ha mostrado su respeto hacia la historia y el patrimonio local. Últimamente, el edificio de El Chiringuito ha vivido una cuidadosa y conservadora reforma que la ha adaptado a las nuevas necesidades, pero que no lo ha alejado nada del proyecto inicial de Coderch

Ya no es un lugar habitual de encuentro de los habitantes de Sitges, el turismo se lo ha hecho más suyo. Ahora sabemos que lo más seguro es que su origen sea de 1916. Tenemos claro que no es el primer Chiringuito del mundo, y que su nombre proviene de chinguirito , un aguardiente con mucha historia …. pero también sabemos que para nosotros, El Chiringuito de Sitges es único y ya forma parte de nuestro patrimonio y de nuestra historia más reciente

Y para terminar un apunte personal. Últimamente los «lingüistas puros», defensores del catalán correcto, se ponen las manos en la cabeza cada vez que, hablando o escribiendo en catalán, alguien hace referencia a un xiringuitu . Pues que quieres que te diga … yo no soporto la palabra chiringuito para referirme a uno de estos kioscos de playa donde tantos buenos ratos hemos pasado. Quizá ya va siendo hora de normalizar nuestros queridos y, este verano-Covid, añorados, xiringuitus. 

 

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